Una buena calefacción en invierno y una buena ventilación en verano te ayudarán a mantener tu hogar a una temperatura confortable. En Ferretería Jovani lo sabemos, por eso puedes encontrar desde ventiladores, calefactores y estufas, hasta accesorios y piezas.
Además de los sistemas de ventilación y calefacción, es importante que aísles tu casa al máximo. Evita rendijas por las que pueda entrar el frío. Utiliza cortinas tanto para evitar que entre el frío en invierno como el calor en verano. Aprovecha las corrientes de aire para disminuir la temperatura en verano. Todo esto ayuda a mantener una temperatura agradable gastando menos dinero y recursos.
Solamente un 10% de los hogares tienen una instalación centralizada, mediante la cual se da servicio a un conjunto de viviendas, por lo general de un mismo bloque o comunidad.
Tipos de calefacciones
De todas formas, si no disponemos de calefacción centralizada, te presentamos las maneras más utilizadas de instalaciones de calefacción individuales:
- Calderas y radiadores: Considerando el tipo de combustión, las calderas pueden ser:
- Atmosféricas: cuando la combustión se realiza en contacto con el aire de la estancia donde está ubicada la caldera.
- Estancas: cuando la admisión de aire y la evacuación de gases tienen lugar en una cámara cerrada, sin contacto alguno con el aire del local en que se encuentra instalada. Tienen mejor rendimiento que las calderas atmosféricas.
- Suelo radiante: Los radiadores de agua caliente se sustituyen por un tubo de material plástico por cuyo interior circula agua caliente, embutido en el forjado del suelo. De esta forma, el suelo se convierte en emisor de calor. La temperatura a la que hay que calentar el agua es muy inferior (generalmente entre 35 y 45 °C) a la de los sistemas de radiadores.
- Sistemas eléctricos: Son equipos independientes en los que el calentamiento se realiza mediante resistencias eléctricas. Desde el punto de vista de eficiencia energética no son aconsejables.
- Sistemas de bomba de calor: La ventaja del sistema es su alta eficiencia: por cada kWh de electricidad consumida se transfiere entre 2 y 4 kWh de calor. Además, la bomba de calor no sólo permite calentar la vivienda, sino también enfriarla.
- Calefacción eléctrica por acumulación: Se basa en el calentamiento, por resistencias eléctricas, de material refractario. Este sistema suele ir asociado a la contratación de la tarifa nocturna.
En resumen, en condiciones normales, es suficiente encender la calefacción por la mañana. Por la noche, salvo en zonas muy frías, se debe apagar la calefacción, ya que el calor acumulado en la vivienda suele ser más que suficiente (sobre todo si se cierran persianas y cortinas) para mantener por la noche, en los dormitorios, una temperatura entre 15 y 17 °C.
Cualquier consulta o duda, trataremos de ayudarte para que tu elección sea lo más acertada posible.